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Los agaves son plantas con hojas suculentas dispuestas en espiral alrededor de un tallo generalmente corto originarias de la región anteriormente conocida como Mesoamérica encontrando su centro de diversidad en México con más de 150 especies. Han sido de alta importancia cultural y económica para diversos grupos indígenas y mestizos, pues de ellos obtenían alimento, bebida, medicina, combustible, vivienda y fibras, entre otros.
Agave es un término científico de uso mundial a partir de 1753 propuesto por el naturalista sueco Carlos de Linneo proveniente del griego Agavos que significa noble o admirable. Anteriormente en México éstas plantas se conocían con diferentes nombres según el grupo indígena que habitaba determinada región: metl (náhuatl), doba (zapoteco), akamba (purépecha), uadá (otomí), etcétera; actualmente el nombre común predominante es Maguey, voz caribe traida por los españoles.
Los agaves se han adaptado a condiciones poco favorables buscando su supervivencia, tardan entre 7 y hasta 35 años, dependiendo de su especie y condiciones de crecimiento, en alcanzar su punto de madurez. Durante todo ese tiempo, el agave, reúne nutrientes que destinará a producir una inflorescencia que crece del centro del agave (también conocida como quiote) puede ser espigada o paniculada y es la única oportunidad que el agave tiene para reproducirse de manera sexual. La mayoría de los agaves usados para producir destilados de agave tienen inflorescencia paniculada y sus flores ricas en néctar, al abrirse en la noche, son polinizadas principalmente por murciélagos y en proporción menor por polillas, aves e insectos diurnos. Haya sido polinizada o no después de florecer la planta muere completando su ciclo de vida.
La mayoría de los agaves se reproducen también de manera asexual produciendo brotes clonales que crecen a poca distancia de la planta madre convirtiéndose después de un tiempo en plantas independientes, a pesar de ser un proceso natural, al ser clones no existe una variación genética significativa entre los brotes (también conocidos como hijuelos) y la planta madre, es una medida que permite a las plantas ampliar su área de distribución y tienden a producir mayor cantidad cuando existen condiciones de estrés.
Para producir destilados de agave, la materia prima debe ser cosechada antes de que desarrolle su inflorescencia pues de lo contrario el azúcar necesaria para la fermentación se dirige a las flores y ya no es posible utilizar esa planta para producir mezcal o tequila. Con la demanda creciente por éstas bebidas y el ciclo de vida tan largo de los agaves, el crecimiento de la inflorescencia se ve como un paso innecesario que muchos prefieren evitar, pues al trasplantar los hijuelos se obtienen plantas años antes que desde semilla aunque en menor cantidad, pues de un quiote se obtienen hasta 65,000 semillas. La desventaja de la sobreexplotación de éste recurso es que la siguiente generación de agaves, será igual a nivel genético impidiendo la adaptación a su entorno y defensa ante sus adversarios, y al ser todos iguales, plagas y enfermedades, pueden acabar con la población fácilmente.
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